En medio de la selva de asfalto que es Tuxtla Gutiérrez se encuentra el mejor lugar para pasar un rato agradable con la familia, amigos y poder disfrutar de la naturaleza, aire fresco y de los animales que habitan allí. Me refiero al parque “Joyyo mayu”.
Situado de lado poniente norte, “Joyyo Mayu” es un lugar lleno de mucha vegetación, con muchos espacios para hacer infinidad de actividades. Hace apenas algunos años fue remodelado y actualmente es de los parques más o sino el único más concurrido por los tuxtlecos y visitantes.
Su belleza en su totalidad son los árboles, el pasto verde que abarca a todo el lugar y el lago que se encuentra en medio.
A pesar de la remodelación que le hicieron, y cabe resaltar que quedó aún más bonito de lo que estaba antes, la entrada al parque es totalmente gratis, lo único que tienen precio son los baños, por persona son $5.00 pesos, y siempre los mantienen limpios.
Se puede andar en bicicleta porque hay puestos que las rentan o uno mismo puede llevar la suya se puede practicar cualquier tipo de ejercicio físico, leer, comer, es un lugar en donde el aburrimiento no existe.
Cuenta también con una tirolesa con precios accesibles dependiendo la edad, pero solamente funciona los fines de semana. En el lago se puede andar en lacha y también está autorizado darle de comer a los pescados, siempre y cuando sea alimento para peces. El lago es una de las atracciones más divertidas y bonitas del lugar.
Frente a lago existe una cafetería en donde encuentra uno de todo, sándwiches, tortas, jugos, Sabritas, galletas, dulces, paletas, y si te da mucha hambre, manejan un menú con varios desayunos y comidas.
El parque maneja un horario de 6:00 de la mañana hasta las 8:00 de la noche, lo mejor todo el tiempo hay vigilancia y puedo resaltar que siempre está completamente limpio.
El parque “Joyyo Mayu” es uno de mis lugares favoritos para ir a pasarla más que increíble, no se necesita mucho dinero para pasarla demasiado genial. Es un lugar que todo chiapaneco debería de visitar y que nunca va a olvidar
En San José Terán existe una taquería muy conocida por los habitantes con el nombre de “Las Cazuelas”, había escuchado de este lugar, pero no tenía el gusto de ir a probar la variedad de tacos que ofrecen. Entonces una mañana decidí ir a aventurarme y degustar estos famosos tacos.
Se ubica en una de las avenidas principales de la colonia ya mencionada, lo cual es mucho más fácil llegar.
Tacos en 3 ruedas
Desde entrada la taquería es un triciclo en el que adaptaron un asador que se gestiona solamente con carbón, le añadieron techo y lo más importante, tiene una base que sirve para acomodar vasijas de barro llamadas cazuelas, de ahí viene el nombre del lugar.
Para ser la primera vez que visitaba la taquería el trato de los meseros es muy gentil, ya instalado en la mesa que ocupé me apresuré a pedir la orden. La atención es rápida, buena y siempre están al pendiente del cliente.
Variedad de carnes
El menú contiene tacos de salchicha roja, chorizo argentino, asado de puerco, asada de res y campechanos por si eres de los que les gusta combinar.
Iba decidido a probar de todos los sabores, en la primera ronda pedí 2 de salchicha roja, uno de chorizo argentino y uno de asada de res.
Lo padre de este lugar es que las cazuelas que están acomodadas en el triciclo se encuentran todos los acompañamientos que puedes ponerle al taco. Uno mismo tiene la opción de preparar el taco como desee.
En cada una de las cazuelas hay limones, cebolla morada guisada, dos tipos de salsas verdes, la que pica y la que no, rábanos, cebolla y cilantro, piña en cuadritos y con todo eso, uno puede armar el taco más exquisito que pueda existir.
Las bebidas no pueden faltar para darle un éxtasis extra, ofrecen refrescos de marcas reconocidas en $15.00 pesos y las aguas de horchata y Jamaica en $12.00.
Como todo un catador de tacos pedí una Coca-Cola. Es fascinante morder el taco, saborear todos esos contrastes entre la carne, el limón, la salsa, la cebolla morada y después beber el glorioso sabor del refresco de cola.
No tenía idea de que un lugar así de simple desde el punto de vista tuviera unos tacos tan deliciosos sin exagerar podría vivir de esos tacos.
También cabe resaltar que es una taquería que está prácticamente al aire libre, techado, pero sin paredes, y tiene todo lo que una taquería normal pueda tener, un lugar muy padre, en el cual puedes ir con la familia, amigos o con la novia.
Pedí la cuenta, el precio muy accesible para ser tacos de carnes al asador, cuestan 13.00, 14.00 y 15.00 pesos, dependiendo la carne a elegir. El personal muy eficaz siempre y con un ambiente al aire libre, fresco, cómodo y sabroso.
En el corazón de la ciudad de Tuxtla Gutiérrez se encuentra uno de los mercados más importantes de la ciudad, me tomé el tiempo de ir visitarlo porque había escuchado que dentro del mismo hay un todo mundo de negocios de comida, jugos, toda la fruta y verdura que pueda imaginar.
Como todo mexicano me encanta la comida, y cualquier tipo de antojito que se me atraviese en el camino lo devoro, ya tenía el pretexto perfecto para darle una vista al mercado.
No había tenido el gusto de explorar bien el mercado, de saber qué cosas hay dentro de él literalmente. Pero en esta ocasión quería realmente encontrar algún lugar que me llamara la atención.
Una manzana es lo que abarca el mercado Juan Sabines, tiene muchas entradas y las mismas son salidas, no existe una entrada y salida específicas. Empecé a hacer mi recorrido en un puesto en donde venden aguas de horchata, bastante modesto el puesto.
Entre más me iba adentrando al mercado observaba que dentro es un universo de personas que están en movimiento todo el tiempo, ya estaba entendiendo todo el concepto de un lugar que específicamente se mantiene vivo por todo ese conjunto de puestos y que las personas le dan la chispa para que todo tenga color.
A mi paso iba viendo la gran variedad de frutas y verduras, en uno de los tantos puestos encontré una fruta que no conocía, su nombre es “pitahaya”, la persona encargada me explicó más o menos como se puede preparar, pero en lo personal el nombre de la fruta me recordó a una ex, cosas mías.
Algo que noté mucho, es que no hay mucha organización, pero en un lugar como un mercado, quién la necesita, no hay tiempo de organizar sino para vender y ofrecer al cliente lo más que se pueda. Llegué hasta la parte de las cocinas económicas y me encontré con el puesto del señor Carlos Vanda.
Por más de 50 años ha estado trabajando en el negocio de los jugos y los licuados, no perdí más el tiempo y de inmediato pedí un licuado de alfalfa con agua, también lleva piña, miel y algunas gotas de limón para darle un más sabor.
Sentí como la garganta se me llenaba de sensaciones ricas, a pesar de ser un jugo con agua y no con leche lo disfruté mucho. Don Carlos siempre atento y con una sonrisa de amabilidad, es una persona que en la vibra que maneja se siente que ama su trabajo. Desde principio a fin me atendió excelente.
Entramos en una plática amena y me contó algunas anécdotas de su vida, mucha sabiduría expresa el señor. Pasé un rato agradable, pedí la cuenta pensando que estaría caro el licuado, pero no, mi sorpresa fue que solamente pagué $20.00 pesos.
Me despedí del señor Carlos, me hizo la invitación de ir a disfrutar de sus licuados, le prometí que regresaría.
El mercado Juan Sabines es un lugar lleno de cosas maravillosas, cabe resaltar que tiene un estacionamiento amplio, dependiendo del tiempo que lo utilices cobran el servicio, baños limpios, con un costo de $3.00 pesos, cuenta con todo lo necesario para hacer la despensa y sobre todo
Del lado oriente sur de la ciudad tuxtleca se encuentra uno de los mercados más concurridos, me refiero al famoso “mercado San Juan”.
Es uno de los mercados con precios muy accesibles, gente cálida y bastante limpio. Había escuchado que las frutas y las rosas son baratas a comparación de otros mercados, así que decidí ir a averiguarlo.
En esta ocasión iba a acompañado por parte del personal de la empresa a la cual trabajo (SAPS Grupero).
De entrada, el lugar cuenta con tres estacionamientos, en la parte de enfrente, la parte de lado derecho y el tercero, pero no menos importante la parte de atrás, los tres sin problemas de acceso.
Dentro del mercado
Alguien de las personas que tienen negocio en el mercado me comentó que por las noches llegan personas a vender pan, arroz con leche, café y tamales en uno de los 3 estacionamientos, y en la parte de atrás siempre hay movimiento porque es ahí donde entra la mercancía que provee a todo el mercado.
Eran aproximadamente las 10 de la mañana cuando llegamos a nuestro destino.
Nos ubicamos por el estacionamiento de atrás y directamente me dirigí a averiguar los precios de las rosas, en efecto, son económicas y frescas, como si ahí mismo las cosecharan.
Como en todos los mercados, San Juan también se divide por secciones para facilitarle las compras a la clientela, todo bastante ordenando.
Bebida de los dioses
El de comida me llamó más la atención, me acerqué a uno de los muchos que hay y mis ojos se clavaron en el pozol de cacao, lo más rico de la vida.
Acompañé mi bebida con unas empanadas de quesillo y carne molida que en el mismo puesto venden, tenía que probarlas.
Lo agradable de los puestos de comida o bebidas es cada uno tiene espacio para que los clientes puedan sentarse cómodamente a degustar los alimentos sin necesidad de estar de pie.
Seguí mi andar por el lugar, encontré la capilla del mercado, es el lugar donde los comerciantes llegan a pedir cosas buenas para el mismo mercado y para sus negocios.
Toda la fe se encuentra en ese recinto.
Cada 24 de junio los locatarios se preparan con ofrendas para dar gracias por las buenas ventas obtenidas en el año, hay abundante comida, bebida y música durante todo el día.
El mercado “San Juan” es una buena opción para hacer la despensa de la semana, se encuentra de todo.
También para ir a desayunar, comer o tomarse un refrescante pozol, así ayudamos a la economía local.
[divider]
[googlemap src=”https://www.google.com/maps/embed?pb=!1m18!1m12!1m3!1d3820.4551975580775!2d-93.1084473845816!3d16.754013788461176!2m3!1f0!2f0!3f0!3m2!1i1024!2i768!4f13.1!3m3!1m2!1s0x85ecd885dccb5549%3A0xdf1581a7ef06e409!2sMercado%205%20de%20Mayo!5e0!3m2!1ses!2smx!4v1569950538844!5m2!1ses!2smx” ]
[divider]
Una mañana más laborando para La Gorda FM. Pero en ésta ocasión fuí el pionero en estrenar el nuevo proyecto de la empresa, llamado “Explorando Tuxtla”, el Mercado 5 de Mayo sería nuestro destino. La hora de entrada que manejo es estar en las puertas de la empresa a las 10:00 a.m. en punto. Una vez pisando las instalaciones, tenía que movilizarme para tener todo en orden y que nada me fuera a salir mal; revistas, discos, celular y lo más importante el permiso para poder hacer nuestro trabajo sin preocupaciones.
Mi destino fue el mercado 5 de Mayo, ubicado de lado oriente norte de nuestro cálido Tuxtla Gutiérrez, abordamos “La gorda móvil” junto con mi equipo de grabación y nos lanzamos hacia el lugar. Llegar fue toda una travesía, el calor y el tráfico hace que uno llegue a irritarse, pero llevábamos el clima encendido, así que solamente tuvimos que ser pacientes con el tráfico. Por fin llegamos después de 20 minutos. “Marcus” estacionó la gorda móvil, y Ani la jefa del departamento de Recursos Humanos fue a buscar al personal encargado del mercado para que supieran que habíamos llegado. Paco desde temprano tenía el equipo de grabación al 100 y ahora sí, a lo que te truje chencha.
Dentro del Mercado
Comenzamos grabando la nave 2, también conocida como “nave tianguis”, en esta parte del mercado, las frutas y las verduras resaltan a todo lo que da, huele a dulce, huele a frescura, iba viendo como cada locatario maneja a la clientela; unos más a accesibles que otros y más amables. Mientras iba recorriendo los pasillos de la nave 2, me encontré un puesto de reparación de calzado, dentro del local un señor de 50 años me platicó que lleva muchos años laborando en la reparación del calzado, y que en efecto por la antigüedad de su trabajo ya tenía una clientela fiel. Un señor bastante amable, no se apenó con la presencia de la cámara y no le tuvo miedo al micrófono cuando yo le preguntaba mis dudas.
Seguí mi recorrido, a las orillas del mercado, encontré puestos de pan de San Cristóbal y Coita, metidos en canastas grandes y olía demasiado bien.
Ya había recorrido todos los rincones de la nave 2 y ahora quería descubrir todo lo que había en la nave principal. Y en uno de sus pasillos me encontré a una dama vestida con ropa típica chiapaneca, en las manos llevaba libros y detrás de ella un grupo de 8 niños indígenas, al estar frente a ella me llamó demasiado la atención y lo primero que hice fue lanzarle una pregunta, bastante segura y accesible me la respondió, me comentó que junto con algunas personas promueven la cultura de la lectura dentro de los mercados para los niños que no tienen la oportunidad de tener entre las manos un libro, y lo más importante, aprender. Le hice las preguntas necesarias para que supiéramos cuál era su propósito y la felicité por tan excelente acción. Esa parte de mi recorrido la disfruté mucho.
Disfrute de un rico pozol y unas empanaditas
Luego nos fuimos a descubrir la parte donde hay comida, el mercado 5 de Mayo goza de fama por las empanadas y el pozol que venden allí, así que fui a averiguar y en efecto, es muy rico. Llegamos a un puesto de pozol, la señora encargada desde antes de preguntarle nos ofreció esa rica bebida de los dioses, el pozol de cacao. La entreviste por un rato y le pregunte por el precio de los pozoles y me dijo: “no es nada chunquito, al contrario te agradezco por el trabajo que están haciendo”.
Seguimos nuestro recorrido hacia las empanadas. Llegamos al lugar, habían 3 señoritas en el local. En cuanto vieron la cámara se cohibieron, pero una de ellas fue la que se armó de valor y nos atendió, nos presentó el menú y me apresuré a pedirle una orden de empanadas, dos de quesillo y dos de pollo. Frente al puesto hay un espacio en donde te puedes sentar a degustar de las empanadas, donde encuentras botes de varios tipos de salsas y crema para que le pongas a tu antojo a las empanadas. Describí lo delicioso que estaban y para terminar “Marcus” también pidió una orden.
Esa mañana nos acompañaba una de las hijas del jefe Alejandro Julian. En un break, Paco le mostraba como interactuar frente a la cámara. Ví desde lejos que le entendió rápido a la onda de la locución y la conducción.
Me dirigí hacia afuera, y encontré a una señora que estaba vendiendo dulces típicos chiapanecos. Platiqué con ella y me mostró algunos. Estaba muy lleno de tantas cosas que probé.
Junto con Paco nos dirigimos a la entrada principal para hacer la despedida de la capsula. Al finalizar comencé a tomar fotos de las flores que habían en el lugar. Algunas personas se acomodan en la entrada para vender muchas clases de flores, muy coloridas y bonitas.
Es así como se concluyó la primera capsula del nuevo “Explorando Tuxtla”, fue una mañana llena de olores, comida, bebida y una gran travesía dentro del mercado 5 de mayo de Tuxtla Gutiérrez.
[divider]
[googlemap src=”https://www.google.com/maps/embed?pb=!1m18!1m12!1m3!1d955.1090360255644!2d-93.12460030886994!3d16.754957363376676!2m3!1f0!2f0!3f0!3m2!1i1024!2i768!4f13.1!3m3!1m2!1s0x85ecd8f11317fa2b%3A0xc6a658dccaffd6b5!2sCarr.%20Internacional%201022%2C%20El%20Cerrito%2C%2030540%20Tuxtla%20Guti%C3%A9rrez%2C%20Chis.!5e0!3m2!1ses!2smx!4v1569607325167!5m2!1ses!2smx” ]
[divider]
Al llegar a la Cafetería Génesis Parque de la Marimba de Tuxtlame percaté de que no tenía lugar para estacionar el auto, así que busqué un sitio en las calles aledañas para aparcar. El negocio está ubicado a un costado del Museo de la Marimba. Fui con la intención de probar el bufete, pero solo lo sirven en las mañanas. Asunto que no importó en demasía, puesto que también tenía interés en probar sus bebidas.
Desde mi ingreso experimenté el trato amable de los meseros, quienes de inmediato me recomendaron lo mejor de su carta. El estilo y el olor del frappé de kiwi era llamativo. Además, tenía un sabor dulce, lo que también llamó mi atención fueron los brillos comestibles de color morado, que no tenían sabor alguno, pero adornaban atractiva mente el frappé.
Después degusté una soda italiana con sabor a manzana. Me interesó el nombre, ya que nunca se me había presentado la oportunidad de probar nada parecido. Dicha bebida contiene agua mineral, jarabe de manzana, y otros ingredientes que no me quisieron decir, dado que son su receta secreta.
Por último, probé una enorme chamoyada de mango. Los colores del chamoy y mango fueron un espectáculo visual. Contenía pulpa de mango y además del chamoy y chile piquín. Al verla se me hizo agua la boca y mis glándulas salivales se pusieron a trabajar de inmediato. ¿Se la imaginan? Si me dan a elegir, diré que fue mi preferida.
Es destacable que el lugar cuenta con juegos de mesa que pueden generar una visita más interactiva y divertida; en caso de ir con alguien y no tener tema de conversación esa será una opción para que rompas el hielo. También hay un par de televisores; lámparas que adornan los comedores; puedes comprar algunos libros; el interior está completamente climatizado, y, por si esto fuera poco, existen varias promociones.
Sin duda, en los próximos días visitaré la Cafetería Génesis Parque de la Marimba con mis amigos, para volver a experimentar el dulce frappé de Kiwi y lucirme con mis habilidades en los juegos de mesa.
[dropcap]M[/dropcap]ientras exploraba el Parque Jardín De La Marimba de Tuxtla Gutiérrez, vi una cafetería de la que había recibido recomendaciones de parte de algunos amigos, se trata de Café Chichón.
Al llegar al lugar me di cuenta que es importante llegar con anticipación si vas en auto, ya que el lugar no cuenta con estacionamiento y podrás llevarte de 10 a 8 minutos buscando un lugar donde estacionarse. Al entrar le llamaron la atención las mesas que están sobre la banqueta de se encuentra frente al parque, un espacio al aire libre y donde también puedes fumar. Pude saludar al gerente, quien me recibió de una manera muy amable, y me platicó que Café Chichón es una cadena de cafeterías de Chiapas y lleva por nombre Chichón haciendo énfasis al famoso volcán ubicado en la región de Chapultenango. Después de una buena charla me invitó a pasar y a probar los alimentos y bebidas que ofertan.
Subí a la terraza, zona que me pareció interesante porque es al aire libre, y sobre la derecha está un lugar más privado, con clima, muy ideal para juntas empresariales o entrevistas de trabajo.
En cuanto tomé asiente, el mesero llegó amablemente a servir la Pizza Chichón. Nunca había probado una pizza con demasiado queso parmesano, pero como soy un adicto a él, estuvo magnifico; también contenía chile morrón o pimiento, orégano, y, la pierna de cerdo cubana que mezclada con el queso parmesano resultó una delicia.
Luego me sirvieron un frappé de menta y un café hechos con granos de la región. El café tenía trocitos de canela, ingrediente que le dio un sabor hogareño a la bebida; acompañé la bebida con pan de elote de consistencia suave, que en la parte superior estaba bañado con caramelo y una bola de helado, por si esto fuera poco, al interior había rompope. Culminé mi visita al lugar con un smoothie de chamoy. Sin duda, Café Chichón es el sitio ideal para asistir a degustar los postres con algún acompañante.
En cuanto a las instalaciones, solo puedo recriminar que los sanitarios son pequeños, aunque, esto se compensa si tomamos en cuenta que en la planta alta hay dos –uno para cada género-, y en el primer nivel existe otro.
Tomando en cuenta la experiencia que ofrece el lugar en cuanto a instalaciones, la facilidad de pago –efectivo o tarjeta-, la deliciosa pizza de pierna de cerdo cubana, el rico café que sirven y el buen servicio que ofrecen, considero que los precios son aceptables, ya que están dentro del rango de $70.00 a $100 pesos por persona.
Si quieres pasar un momento agradable, ya sea en compañía de amigos, pareja, o simplemente trabajar sin distracciones, Café Chichón Parque de la Marimba es una gran opción.
[divider]
Sintiendo la necesidad de comer comida típica de Teopisca, pero sin tener que salir de Tuxtla Gutiérrez, me encontré con éste restaurant que se encuentra en lado poniente de la ciudad, sobre el Boulevard Dr. Belisario Domínguez número 5525.
Aunque a primera vista tiene pocos cajones de estacionamiento, cabe destacar que cuenta con otro espacio externo para aparcar mayor número de vehículos, sin que esto represente molestia alguna para los visitantes, ya que hay servicio de valet parking sin costo alguno.
El inicio de una buena experiencia daba inicio con el trato amable por parte del personal, mismos que se encargaron de recibirnos con toda la buena actitud que pueda tener una persona que gusta de la profesión a la que se dedica.
Al ser instalados en nuestra mesa, mi esposa y Yo no dejábamos de comentar lo agradable del lugar en todos los aspectos; es decir, de la armonía conjugada del mobiliario de madera de las mesas y sillas con la fresca temperatura que había.
Tuvimos a bien ordenar nuestros guisos con el mesero, pero para nuestra sorpresa, el tiempo que le llevo a la cocina prepararlos fue bastante rápido, tanto así que por un momento llegue a pensar que esos platos que estaban en la mesa, habían sido algún pedido cancelado de algún otro comensal.
De todos los restaurantes que me he tomado la molestia de visitar, me atrevo a comentar que la rapidez del servicio de la cocina es el más rápido que conozco hasta hoy día; comento lo anterior no solo basándome en la prontitud de mi pedido, sino también por el eficaz servicio que le dieron a otras cuatro mesas que relativamente ordenaron posterior a nosotros.
Aquí comprobé que no necesariamente la rapidez es sinónimo de sacrificar la calidad del producto, puesto que la cecina estaba bien cocida, tal cual fue comandada. Así mismo me es imprescindible mencionar el sabor tan rico y tradicional de Teopisca que tenía nuestra orden.
Mientras comíamos, me llamo la atención el área de juegos para los niños, pues tiene algo en particular que si hubiera ido el mayor de mis hijos, estoy casi seguro que sería su nuevo lugar favorito, pues cuentan con consolas de Xbox para uso y disfrute de los amantes a los videojuegos.
Lamentablemente no todo es perfección, pues curiosamente los dos meseros que estaban a cargo, su servicio se desacelera una vez que cumplieron con la parte de servir rápida y eficazmente los alimentos, puesto que dejan de estar pendientes de la mesa y tuvimos que pedir nos asistieran con levantar la loza que ya habíamos usado.
Con respecto a los postres, les comento que si son de comer poco dulce, es mejor pedir un postre para dos personas, ya que las porciones son grandes, y aunque no fue un sacrificio de mi parte el terminar hasta la última porción de helado, siento que si llegue a niveles altos de glucosa en mi organismo.
En cuanto a los precios, si pongo en una balanza, el buen ambiente del lugar, las instalaciones limpias, la calidad, la buena sazón de la cocina y la atención por parte del personal, considero que sus precios son justos y accesibles, ya que el promedio que se podría gastar oscila entre los $100.00 y $160.00 pesos por persona.
Así que si estás buscando un buen lugar típico regional sin salir de la ciudad, tengo a bien recomendar ampliamente al “Regional Restaurant”.
Buscando un buen café de lado norte oriente de la ciudad Tuxtla Gutiérrez, para platicar con mi amigo y socio; ambos tomamos la buena decisión de ir al Café Chichón que se encuentra ubicado sobre la avenida principal de la colonia Las Palmas.
Cabe mencionar que aunque no cuenta con estacionamiento propio, no nos fue difícil aparcar el vehículo a pocos metros del negocio.
Era alrededor de las 13:00 horas y aunque en el carro veníamos con el clima, al bajarnos, sentí lo bien que estaba realizando su trabajo el Sol, ya que esos pocos pasos que di por la acera me hizo imaginarme que estaba caminando por el desierto, siendo la puerta de la entrada del café un refrescante alivio para el calorcito que estaba sintiendo.
El calor no fue lo único que se fue al ingresar, sino que el ruido del tráfico de la ciudad había cambiado por una música de fondo que era agradable auditivamente, por lo que la experiencia de nuestra visita, comenzaba a pintar favorable.
Otro de mis sentidos que sintió agradecimiento, fue el de la vista; es de reconocerles que la persona que estuvo a cargo del diseño arquitectónico hizo bien su trabajo, a pesar de que tiene pocos metros cuadrados de construcción, hizo del local, un lugar armoniosamente acogedor, mismo que cuenta con tres zonas de mesas: un espacio exterior para los que gustan del aire libre, un balconcito en el interior para los que gustan de las alturas y por último, un área en el interior con la opción de poder sentarse en sillas o sillones.
La bienvenida estuvo a cargo del único mesero que se encontraba laborando, pero por el horario y para las únicas dos mesas que nos encontrábamos, creo que era más que suficiente para brindarnos un servicio admisible.
Sin mucho preámbulo, ordené una naranjada natural sin azúcar para tomar, pero sucedió algo curioso con mi bebida, pues aunque el camarero afirmó que el jugo de naranja con el que elaboraron mi refresco era natural, Yo nunca sentí que así lo fuera, e independientemente de lo que él pudiera afirmarme, juré que nunca más en mi vida volvería a ordenar lo mismo.
Con respecto a lo ordenado por mi amigo, no hubo objeción alguna, ya que en dos o tres ocasiones mencionó lo rico que le sabía su té.
He leído y escuchado algunos comentarios negativos respecto al servicio que ofrece el personal en los diferentes cafés de esta cadena, pero al menos en esta ocasión y en esta sucursal, la amabilidad, la prontitud de la barra para despachar nuestros pedidos y la calidez de su trato, fue de un buen nivel.
Respecto a los precios que manejan, tomando en consideración el ambiente, las instalaciones, la barra, el rico café que sirven y el buen servicio que ofrecen, considero que son aceptables, ya que están dentro del rango de $50.00 a $100 pesos por persona.
En base a lo que viví, si estás buscando un café donde pasar un momento agradable en compañía de amigos, pareja o de un buen libro, sin lugar a duda esta es una buena opción, en la que no necesitas gastar mucho para sentirte y pasártela bien, pero eso sí, jamás pero jamás pidan una naranjada con agua natural y sin azúcar.
Sintiendo la necesidad de respirar aire un poco más fresco del que se puede obtener dentro de la ciudad, recordé dos recomendaciones que gentilmente me hicieron un familiar y un buen amigo, por lo que decidí darme la oportunidad de conocer este restaurante campestre que se encuentra a las afueras de la ciudad, rumbo al municipio de San Fernando, Chiapas; en el kilómetro 10.2 de la carretera Internacional número 190.
La belleza del diseño del establecimiento se puede apreciar desde la entrada, en donde conjugaron armoniosamente la madera, la piedra, el acero, la naturaleza y hasta una pequeña corriente de agua que solo puede ser atravesada por puentes.
Al ingresar con mi esposa a la zona de mesas y poder tener otra vista de las instalaciones, no podíamos dejar de seguir comentando respecto a los bonitos detalles de la construcción y de la buena elección que habíamos tomado al querer desayunar en un lugar campestre; por lo que asumimos que nuestra experiencia en el lugar sería completamente satisfactoria.
Lamentablemente las cosas no salieron como pintaba; comenzando con el mal servicio que proporcionaron el personal de meseros; los cuales parecían estar inmunes a las peticiones de los comensales (y eso que sólo éramos cuatro mesas para cuatro meseros).
Tratando de ignorar la pésima atención por parte del personal, decidimos que dichas acciones no echarían a perder nuestro desayuno, por lo que con toda la disposición del mundo nos dirigimos a la barra del buffet de alimentos.
El menú no tenía muy buena vista, ya que los plátanos fritos y el chorizo estaban quemados, teniendo una apariencia de carbón seco. Curioseando las demás bandejas, no logré que algo llamara mi atención, por lo que pregunté a un mesero si podía ordenar a la carta, ya que las recomendaciones que me dieron, fue respecto a las carnes rojas y así mismo le hice ver que no había nada del buffet que se me antojara a simple vista. Con una voz firme e indiferente, me comentó que en las mañanas no se servía a la carta.
No teniendo más opciones, nos dispusimos a probar un poco de cada alimento y absolutamente en ninguno de ellos encontramos algo especial. Todo tenía un sabor tan común, que no hace falta ser chef o tener experiencia alguna para poder igualar o mejorar cualquier guiso de los que estaban servidos.
Con toda la pena del mundo me anime a interrumpir la tan armoniosa platica del personal, para pedirles que nos asistieran levantando los platos sucios que habíamos dejado, cabe hacer mención que observé que las otras tres mesas tenían que estar pidiendo también asistencia del personal, para que les levantaran las losas usadas, así como también las servilletas sucias.
Pedí hablar con el encargado del negocio para que pudiera platicar con él, mismo que amablemente suspendió sus actividades para atendernos. Es de importancia resaltar que tuvo toda la disposición de escuchar mis comentarios y de informarme que sí existe la opción de ordenar a la carta, si el cliente así lo desea, por lo que no encontró explicación alguna del porque me fue negado ese servicio.
Independientemente que tuvo la gentileza de disculparse a nombre del personal a cargo, es de suma importancia que la administración capacite y concientice a su recurso humano de lo primordial que es verdaderamente atender a sus visitantes con calidad de servicio, ya que eso puede ser un factor de asegurar el éxito o fracaso del negocio.
Respecto al precio del buffet por persona, es de $ 130.00 pesos, mismos que es relativamente módico si se refiere al buen ambiente que sólo puede lograr unas hermosas instalaciones; pero si nos referimos al valor por los alimentos, considero que el costo es alto, ya que lo ahí servido aunque no tiene un mal sabor, pero sí un sabor común que se puede fácilmente reproducir en casa sin esfuerzo alguno.
Con el único fin de dar el beneficio de la duda, quiero expresar que deseo regresar al lugar y darme la oportunidad de probar las carnes rojas que vienen en la carta, mismos que ha sido objeto de recomendaciones.